El optimismo es a menudo un ejercicio de contabilidad. No se trata de sumar más cosas a la vida. Se trata de elegir qué aspectos vamos a contar. Cuenta… es un texto anónimo que nos invita a cambiar el foco de manera radical. Nos pide una revisión consciente de la vida. Debemos elegir las flores en lugar de las hojas secas. Es un recordatorio sencillo y vital. La perspectiva lo cambia todo.

Cuenta…
Cuenta tu jardín por las flores,
no por las hojas caídas.
Cuenta tus días por las horas doradas,
y olvida las penas.
Cuenta tus noches por estrellas,
no por sombras.
Cuenta tu vida por sonrisas,
no por lágrimas.
Y para tu gozo en esta vida,
cuenta tu edad por amigos, no por años.
Autor Anónimo
La contabilidad del corazón
El poema nos da instrucciones claras para la mente. Nos pide aplicar un filtro esencial a la memoria. Debemos contar nuestro jardín por las flores que abrieron. Nunca por las hojas que cayeron. Olvida las sombras de la noche. Cuenta solo las horas doradas. La pérdida y la pena siempre existen. Pero la vida nos ofrece la estrella como contrapeso.
La contabilidad más importante es la del corazón. Nuestra vida se mide en sonrisas compartidas. Nunca en las lágrimas que derramamos. La verdadera riqueza se encuentra en los vínculos. El tiempo se mide de forma diferente. La clave para gozar de esta vida es simple. Debemos contar nuestra edad por los amigos que tenemos. Nunca por los años que se van.
Este cambio de enfoque es la esencia del optimismo activo. Es un llamado a desechar los recuerdos dolorosos. Es una invitación a no lastimarnos más. Recorre tu vida y detente solo en lo bueno. Elige lo amable, lo bello y la verdad. Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido.
Conclusión
Hoy te invitamos a tomar una decisión consciente. ¿Qué vas a contar en tu día? Elige el optimismo activo. Mira las estrellas, sonríe, y recuerda las flores. Vive esta vida por la riqueza de tus afectos.


