un llamado urgente a la acción interna. El texto «Date prisa» del autor Héctor Leandro Saadi confronta directamente el autosabotaje y la inercia del dolor, señalando un rostro que se ha vuelto «oscuro, de color amargo».
El poema describe la actitud de necia, llena de soberbia que nos hace crear nuestro propio mal. El autor nos advierte que esta auto-calumnia es insostenible. La solución que propone este elixir es radicalmente activa: date compasión, exígete ser feliz y defiéndete de vos. Es la tristeza como un espejo que nos obliga a construir una morada interna de amor propio.
Date prisa
Tanta tristeza, tanto silencio, empañan tu rostro,
que se a vuelto oscuro, de color amargo.
Donde hubo risas, con sabores dulces,
de frutas exóticas, dibujas y manchas,
con tedio, momentos, que lamentarás.
Te hieres sin pausa y no dices nada,
muecas de calumnias, remueven tu rostro,
tu imagen prepotente y llena de cautela,
invade tu boca, haces que sospeche de vos,
el destino.
Actitud de necia, llena de soberbia,
bañada de ira, no inventes tu vida,
no hay miel que te roce, te crees que gozas,
creando tu mal,
y débil tu corteza, no soporta más.
Date compasión, mira tus virtudes,
deja esa manía, de hacerte daño
defiéndete de vos… laceras tu alma.
Exígete ser feliz, no te mezquines amor,
ámate y los demás te amaran,
que se escuche tu grito,
estira tu estima y construye una morada,
donde reinen latentes,
los sueños y el placer sabio de vivir,
donde broten los estímulos y reflejes,
como una insignia inédita.
Susúrrate amor.
Autor: Héctor Leandro Saadi
El Placer Sabio de Vivir
La clave de este texto es el tránsito del dolor auto-infligido a la autoafirmación. El autor es implacable al señalar la soberbia que nos lleva a herirnos, pero inmediatamente ofrece el camino de la compasión y la estima.
La tristeza se vence con un mandato: «Exígete ser feliz». Esto se traduce en un proyecto de vida, la construcción de una morada interior donde el «placer sabio de vivir» reemplace el tedio y el color amargo. El mensaje final, «Susúrrate amor», es la insignia inédita que sella esta sección, transformando la tristeza en una plataforma de auto-liderazgo emocional.
