Soñar, acto de resistencia

Hay textos que no envejecen.
Hay versos que, aunque fueron escritos hace más de un siglo, siguen hablándonos como si supieran exactamente en qué momento nos encontramos.

Soñar, de Walt Whitman, es uno de esos poemas que parecen escritos para recordarnos lo esencial: que la esperanza no es ingenuidad, sino resistencia.

En tiempos donde todo se acelera, donde el cansancio nos gana y el ruido ocupa el silencio, este poema aparece como un respiro. Una pausa. Una mano en el hombro que te dice: “seguí creyendo, seguí creando”.

Soñar

No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.

La vida es desierto y oasis.

Nos derriba, nos lastima, nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tú puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.

Autor: Walt Whitman

Una voz que atraviesa el tiempo

Whitman escribió con la convicción de que el arte podía transformar la realidad. Su mensaje sigue vigente: mientras existan personas capaces de imaginar algo distinto, habrá movimiento, cambio y poesía.

Este poema no busca consuelo: busca encender. Nos invita a asumir nuestra parte en esa “poderosa obra” que es la vida, a escribir —aunque sea una línea— de aquello que soñamos.

Scroll al inicio